Después de los primeros 20 días ( de trabajos reales, sin contar sábados y domingos y fiestas de guardar), a la casa ya se le va viendo la punta, o mejor dicho ya se le ven los cimientos. La casa tendrá unos cimientos fuertes que harán que aunque el lobo sople fuerte, la cas no se moverá.
Ya se ve también la forma del sótano, los muros van creciendo, todo va viento en popa.
Pero esta vez es justificado, ya que están urbanizando la calle.
Pero lo gracioso es que no había empezado antes la construcción de la casa porque estaba esperando a que urbanizaran la calle, y ya cansado de esperar me decido a iniciar las obras. Y justo cuando voy a empezar, llegan los contratistas a alquitranar la calle.
Después de más de un año, por fin he empezado la construcción de la casa.
El comienzo ha sido con algo sencillo, limpiar el terreno, para que el estructurista pueda plantear el movimiento de tierra necesario para la construcción de las bases.